Philippe Coutinho, de la verdeamarelha al Meazza

El nombre del joven brasileño Philippe Coutinho comienza a sonar fuerte. Con cara de no haber roto un plato en su vida, a sus 18 años es una de las pocas caras nuevas del Inter de Rafa Benítez. Hablamos de él porque nos gusta, porque tiene descaro, talento y mucha clase para llegar a ser futbolista top.

Se le compara con Pato, pero podría ser perfectamente su compañero de ataque. Coutinho es un segunda punta, un jugador que sabe moverse entre líneas, que cae a bandas, que encara, con calidad para dar el último pase y además, tiene gol.

Muchos nos asombramos cuando leímos que el Inter fichaba a un chaval de 16 años por 36 millones de euros, aunque el brasileño tuvo que foguearse dos años más en el Vasco de Gama porque necesitaba la mayoría de edad para jugar en la Serie A. Este verano ha llegado finalmente al Giuseppe Meazza y ha destrozado todos los pronósticos.

Benítez ya le da galones de titular (aunque Milito sigue lesionado) y es que Felipinho está explotando sus características en Europa sin dejar a nadie indiferente. Su verticalidad es el arma más fuerte de un chico que no sólo tiene rapidez y facilidad para encarar, sino que tiene una gran visión de juego. Un jugador completo que en la mediapunta, apuntala la zona ofensiva de los nerazzurri.

El Sudamericano sub 17 de Chile le encumbró como uno de esos talentos del futuro que en multitud de ocasiones, no terminan de llegar. Coutinho se había ganado con fútbol el puesto en la plantilla del Inter y está demostrando que puede ser la revelación del año.


[Vídeo de la historia de Coutinho desde sus inicios hasta llegar al fútbol europeo]